Bohol, una isla de colinas de chocolate y tarseros
Publicado en 11/5/2014 a las 5:17:33 PM
Bohol es uno de los destinos más conocidos de las islas Filipinas. Con playas de arena fina, aguas relativamente tranquilas y varias localidades donde se puede practicar la tirolina, la isla es un destino ideal para relajarse.
Bohol es, a la vez, una isla y una provincia que abarca más de 75 islotes. Las aguas claras son ideales para practicar el buceo y otros deportes de agua. Hay una gran variedad de resorts en las islas del sur diseñados para viajeros que quieran disfrutar de las playas de arena fina- y de la amplia oferta cultural de esta isla.
Con más de 261 kilómetros de costa, esta isla es ideal para los que disfrutan de los deportes de agua. Las familias podrán disfrutar de una gran variedad de deportes acuáticos. Se puede practicar buceo snorkel, submarinismo, alquilar kayaks y navegar en vela. Destacan la isla Panglao y la isla Pamilacan, donde se pueden ver delfines. En cuanto al buceo, cabe destacar la isla Balicasag entre las otras playas y calas donde se puede practicar este popular deporte.
Entre las playas de la isla principal y las islas cercanas, destaca la Playa Alona. De arena fina y aguas turquesas, la playa es un lugar donde disfrutar del agua. Cerca de la costa hay varias barcas que ofrecen tours por las islas cercanas, una experiencia ideal para un viaje corto de ida y vuelta. Las familias que buscan relajarse podrán hacerlo en las playas donde hay menos visitantes, como las playas de Anda y Doljo, que está llena de cocoteros.
Uno de los lugares más visitados de Bohol son las Colinas de Chocolate, llamadas así por su color gris marronáceo y por su forma, similar a un bombón. Este Monumento Nacional es una visita imprescindible en esta isla: los niños podrán subir a la cima de estas formaciones de piedra caliza para disfrutar de las vistas. ¡Hay más de 1200 de estos conos!
Merece la pena explorar el parque Sagbayan, un parque que se encuentra sobre una colina artificial. Desde la cima se pueden ver las Colinas, y hay una plataforma llena de esculturas de personajes de dibujos animados.
Bohol y las islas cercanas destacan por sus variedad de animales locales, como el tarsero filipino, un primate que se considera uno de los más pequeños que existen. Los niños podrán ver mariposas en varios centros de conservación que hay por la isla, como el centro de conservación de Cornella.
Merece la pena visitar el zoo de la isla: el Zoo de Alburquerque. Aquí los niños podrán ver una de las pitones en cautividad más grandes del mundo. Después de explorar el zoo se recomienda ir a uno de los restaurantes cercanos y disfrutar del calamay, un dulce típico de arroz, azúcar y leche de coco.
Una manera de explorar la región es en un tour en una avioneta que sobrevuela las colina. Otra manera de ver Bohol es en barco: hay una gran variedad de cruceros que recorren la costa. Durante un crucero por el río Loboc las familias podrán ver parte del interior de la isla y vitar las famosas cascadas de Busay. Hay varios tipos de crucero, la gran mayoría adaptados para las familias que viajan con niños. Hay cruceros que llevan a las cascadas y cruceros-restaurante donde las familias podrán disfrutar de comida típica de la región con vistas.
En cuanto a la cultura, hay una gran variedad de museos y monumentos repartidos por las ciudades de las islas. Destacan las estructuras coloniales españolas, como la iglesia de Baclayon. En una parte de la iglesia hay un museo lleno de reliquias. Los amantes de la historia podrán visitar el Templo del Sandugo, que se encuentra cerca del lugar donde se firmó un pacto de sangre entre los colonos españoles y las antiguas tribus filipinas.
Las formaciones naturales de la región son unos de sus grandes atractivos, y las cuevas no podrían ser menos. De las más de mil cuevas que hay en la isla, las cuevas de Hinagdanan son las más frecuentadas por los visitantes. Estas cuevas se encuentran cerca del pueblo de Dauis, a unos seis kilómetros de la ciudad de Tagbilaran. Las cuevas son famosas por su laguna subterránea, donde las familias podrán bañarse.
Las familias más atrevidas podrán descubrir la isla desde un todoterreno, que recorren el interior de la isla y las Colinas de Chocolate. Los niños podrán hacer tirolina en el Parque del Ecoturismo de Loboc. En este parque hay un teleférico desde donde se puede disfrutar de las vistas al río.