Viajes en Familia

Marruecos, las fortalezas de Essaouira y los zocos de Marrakech

Publicado en 9/15/2011 a las 1:07:22 PM

Marruecos se encuentra en la coste oeste de África. Esta país se conoce por su arquitectura, su cultura, su gastronomía y su naturaleza que varía dependiendo de la región.

 

Desiertos y Dunas.

 

La naturaleza de Marruecos varía. En el interior del país podemos encontrar dunas donde se pueden practicar varios deportes, y en la costa se pueden practicar muchos deportes de agua como el windsurf o disfrutar de paseos en barco. Algunas de las actividades y excursiones más populares incluyen paseos en camello por las dunas de Merzouga y paseos en burro por los antiguos pueblos beréber.

 

 

 

 

 

 

 

 

La provincia de Ourzazate está cerca de las montañas Atlas y del valle del río Draa. En los desiertos del sur se encuentra la antigua fortaleza de Aït neb Haddou, que salió en muchas películas como Gladiador y Lawrence de Arabia.

 

Para descubrir el auténtico Marruecos se pueden visitar los auténticos pueblos bereberes. Los poblados, muchos de ellos con vistas hacia las montañas Atlas, se pueden visitar a pie o en burro por si los más pequeños se cansan.

 

 

 

 

 

 

 

Marrakech.

 

La ciudad de Marrakech está llena de color. El Zoco de Medina es uno de los mercados más importantes del mundo, con puestos que venden toda clase de artefactos, comida y ropa. Para explorar la ciudad se puede montar en un tipo de carruaje que se llama caleche, o calesa, que recorre el centro y las plazas principales llenas de acróbatas, encantadores de serpientes y malabaristas.

 

El Parque Acuático de Oasiria está abierto durante todo el año. Hay atracciones de agua, castillo hinchables y un pequeño parque de atracciones. Hay un servicio de autoúus que conecta el parque con la ciudad.

 

Cerca de Oasiria es encuentra el Real Centro de Equitación, donde se ofrecen clases de equitación y se puede montar en caballo y en pony. En la Plaza Jmaal El Fna hay puestos y se pueden ver monos y encantadores de serpientes. Los niños podrán darles de comer a los animales y sacarse fotos con ellos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Después de explorar la ciudad se puede merendar en Kawkab Jeux, una cafetería en el barrio de Guéliz con un castillo lleno de juguetes y un parque lleno de columpios, toboganes y un pequeño tren. Por un precio extra los niños podrán jugar en el castillo que tiene pelotas, columpios y toboganes, o disfrutar de los trampolines en el parque. En la planta de arriba hay una pequeña zona de juegos para los niños menores de tres años. En la planta de abajo hay billares, coches de choque, máquinas de pinball y videojuegos.

 

Cerca se encuentran los Jardines Harti, unos jardines con toboganes enormes y paseos llenos de árboles donde se puede pasar una tarde tranquila. Los Jardines Cyber se encuentran de camino a la medina y a la mezquita. En los Jardines Menara se puede montar en bicicleta, dar de comer a los peces y disfrutar de un picnic o de un aperitivo en una de las cafeterías cerca de los olivos. En los Jardines Majorelle hay estanques con peces y tortugas y se organizan actividades para niños, como identificar a las quince especies de aves y a los otros animales que viven en los jardines.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Essaouira.

 

La ciudad de Essaouira, un antiguo puerto portugués, se encuentra en la costa del país. En las playas de la zona se puede bañarse o practicar el surf. La ciudad donde antes vivían los piratas está llena de fortalezas con vistas al Atlántico y sus antiguas calles están llenas de restaurantes tradicionales. Hay varios souks repartidos por la ciudad donde los visitantes podrán regatear para comprar atuendos tradicionales, cerámica, especias y joyería. En el centro de la medina se encuentra Dejmaa el Fna, que recuerda una feria medieval y donde por las tardes y noches se puede disfrutar de comida tradicional. Se pueden visitar algunos comercios tradicionales como las tiendas que trabajan con el cuero de Bab Debbagh. Para relajarse después de una largo día explorando la ciudad se puede visitar alguno de los hammams, y muchos hoteles suelen ofrecer este servicio tanto a sus huéspedes como a sus visitantes.